La Viruela del Mono, también llamada Monkeypox , es una enfermedad vírica que se identificó por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo.
En mayo de 2022, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido informó sobre la identificación de algunos casos sin antecedentes de viajes ni contactos con casos importados.
Desde entonces, numerosos países, han comunicado casos confirmados sin vínculos epidemiológicos conocidos con África.
La viruela del mono puede afectar a cualquiera mediante el contacto directo y sostenido, incluyendo a embarazadas y niños que se cree, tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones.
En medio de la gran escalada de casos de viruela del mono en Estados Unidos, que superan los cuatro mil, ya se reportó el primero en una embarazada.

¿Qué se sabe de la viruela del mono durante el embarazo?
La información sobre la viruela del mono en la mujer embarazada es bastante limitada y no se sabe con certeza si son más susceptibles a contagiarse o a tener una enfermedad más severa.
Desde el descubrimiento del virus de la viruela del mono y los brotes que hasta ahora habían ocurrido predominantemente en África, se han documentado complicaciones en embarazadas como aborto espontáneo, parto prematuro, contagio al feto y muerte perinatal.
El virus de la viruela, que pertenece a la misma familia y que hasta su erradicación en los 80 demostró ser más severo y contagioso, estuvo asociado a una enfermedad más severa incluso a veces mortal en embarazadas.
La presentación de los síntomas de la viruela del mono es igual en embarazadas, que en la población general: por lo general fatiga, fiebre y malestar seguidos de una erupción que, en este brote en particular, parece ser menos abundante y se presenta en áreas como la boca, los genitales y el ano.
¿Cómo afecta la viruela del mono, el embarazo?
Hay muy pocos datos publicados sobre la viruela del mono y embarazo, pues la mayor parte de casos se han dado en zonas de África de difícil acceso para el diagnóstico y seguimiento.
Se dispone información de 4 mujeres embarazadas.
Una de ellas presentó una infección leve y dio a luz a un bebé sano.
Dos mujeres se encontraban en el primer trimestre de embarazo, una con enfermedad moderada y otra con enfermedad grave, y los dos embarazos terminaron en aborto.
La cuarta mujer presentó una infección moderada y estaba coinfectada por malaria.

La mayor carga viral coincidió con la ausencia de movimientos fetales y muerte fetal. El feto mostraba abundantes lesiones en la piel de cabeza, tronco y extremidades, principalmente en palmas y plantas.
No se sabe mucho sobre la viruela del mono en el embarazo, ¿Qué pasaría si la madre se infecta?, existe mayor riesgo en un parto vaginal o por cesárea. ¿Cuál es el papel de la lactancia materna en la transmisión del virus?, etc.
Sin embargo, se conoce que se asocia a un incremento del riesgo del embarazo y que puede causar complicaciones como prematuridad, aborto y muerte fetal.
¿Qué hacer ante la viruela del mono y el embarazo?
En la viruela del mono y el embarazo, el manejo dependerá si se confirma su existencia en una mujer embarazada asintomática o sintomática:
Caso de la mujer asintomática
Se realizará un control seguido tanto de la madre como del feto hasta los 21 días después de la exposición. Se realizará un control del bienestar fetal mediante control ecográfico y monitorización fetal: registro cardiotocográfico, RCTG, también llamado popularmente como “correas” en función de la edad gestacional.
Caso de la mujer sintomática
Se realizará ingreso hasta la finalización del cuadro infeccioso o la desaparición de las lesiones de la piel. Se realizará un control del embarazo estricto, dado el riesgo de infección fetal, aborto, prematuridad, o muerte fetal. Se realizará un estrecho control del bienestar fetal mediante control ecográfico y/o RCTG en función de la edad gestacional y del estado materno.

En ambos casos, el control del embarazo se realizará en un cubículo aislado, sin entrar en contacto con otras embarazadas.
En mujeres infectadas en trabajo de parto se destinará una sala de partos o quirófano exclusivo. Se considerará un parto de alto riesgo y por tanto se realizará una monitorización continua del feto.
No hay datos que afirmen que la realización de una cesárea previene la infección del feto, por lo que la cesárea se indicará cuándo haya lesiones activas a nivel perineal o por causas obstétricas.
Consejos para evitar contagios
Es importante tomar algunas precauciones básicas para evitar contraer la viruela del mono, aunque rara vez es mortal.
Es importante entender cuáles son los síntomas y cómo se produce el contagio. La viruela del mono está provocando cuadros caracterizados por fiebre, cefalea, dolor muscular, unas lesiones características en la piel e inflamación de los ganglios; el contagio puede producirse desde que aparecen esas lesiones hasta que se curan, y se da por contacto con las erupciones y las costras que las cubren o con los fluidos corporales.
Por tanto, se considera que hay riesgo de contagio ante cualquier contacto físico con una persona sintomática, sus fluidos u objetos usados por ella (como útiles de cocina, ropa…), especialmente si ese contacto ha sido estrecho y prolongado (siendo el caso el contacto sexual).más extremo.
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