Para muchas mujeres, la decisión de ser parte del proceso de gestación subrogada viene acompañada o respaldada por la necesidad de ayudar a aquellas parejas que por infertilidad o discapacidad biológica no pueden concebir hijos; Además de esto, existen una serie de circunstancias familiares que se deben tener en cuenta.
Convertirse en gestante es una decisión totalmente voluntaria y personal, es decir, es totalmente ajena a las opiniones del exterior. Sin embargo, esta experiencia no es un tema fácil de abordar de manera impersonal con el núcleo familiar. Ser madre sustituta lleva un período de tiempo prolongado, este tiempo debe descontarse de sus actividades diarias y aceptar algunos cambios hormonales teniendo en cuenta las experiencias de la madre durante y después de todo el proceso del embarazo.
La comunicación efectiva es uno de los pilares fundamentales a la hora de abordar el tema con el núcleo familiar. Lo principal es que la gestante conoce todos los trámites y tiempos, desde las primeras consultas hasta su parto, se considera que la posible gestante, antes de acudir a una agencia especializada, participa al núcleo familiar de todos los resultados y procesos que pueda ocurrir, a fin de que puedan surgir las condiciones. Si, después de pruebas y exámenes psicológicos, está certificada como candidata a madre sustituta, está a solo una decisión final de brindar su ayuda a una familia en espera.
La forma de abordar el tema estará sujeta a la constitución de la familia, es decir, a los miembros del hogar. En muchos países se requiere el consentimiento del cónyuge. Por tanto, ambas deben firmar un documento donde aprueban voluntariamente la decisión que se ha tomado y un acto de colaboración por parte de ambas para llevar el embarazo a término.
El esposo o cónyuge se compromete, a través del documento firmado, a sustentar la decisión de la gestante, entendiendo que desde el inicio de la gestación subrogada habrá una reducción en el tiempo. Además, una de las reglas para ser gestante es haber tenido un hijo de forma estable antes. El propósito de este factor es que sea psicológica y físicamente conveniente que la pareja conozca toda la experiencia de un embarazo, de
esta manera nos enfocamos en que no afectó la relación, si ambas partes se comunican previamente, expresando los puntos de vista de cada uno. Hay relaciones en las que la pareja no está de acuerdo, lo fundamental en este tipo de casos es conocer las razones que los llevan a pensar así, ya que pueden tener información errónea sobre la gestación subrogada.
La mayoría de las agencias especializadas cuentan con asesoría profesional, para que la pareja gestante pueda optar por una formación, con el fin de conocer el papel que juega la futura gestante en todo el proceso.
Haciendo hincapié en que la gestante defiende el derecho de aquellas familias que no pueden gestar sin la ayuda de otros medios, el apoyo de una gestante lleva a un nuevo hogar la luz de un niño que mantendrá la información genética con los futuros padres. Ver la subrogación como una oportunidad para la humanidad, más que como un beneficio individual, es la visión que muchas mujeres consideran. Y se ha demostrado que las mujeres embarazadas con pensamiento positivo hacia la colaboración tienen mayores capacidades y resultados en las pruebas previas y psicológicas a las que se someten. Para las gestantes, donde el núcleo familiar es mayor, la edad de los hijos y el apoyo que brindan en el hogar. (ya sea de la pareja o de algún otro miembro) debe tenerse en cuenta.
El cuidado de menores con un embarazo más delicado debería ser un punto importante a estudiar. Por tanto, vincular a la pareja oa algún otro familiar en el proceso puede hacer más llevadera la experiencia.
En la mayoría de los casos, los menores no comprenden lo que está pasando, esto puede afectar su autoestima, si la madre no les brinda los cuidados que les brindaba anteriormente. Para estas situaciones, los hechos deben plantearse con un vocabulario que comprendan e involucrarlos sin que sus sentimientos se vean afectados.
Ser madre subrogada implica constantes citas con el médico de familia, menstruación periódica para la implantación del óvulo fecundado, verificación de un embarazo positivo y posterior tratamiento hasta el nacimiento del niño.
Estas son etapas que todas las mujeres con experiencia previa son conscientes de lo que conlleva, sobre todo por la carga hormonal que deben manejar. Por tanto, abordar la situación en el hogar es fundamental para ayudar a minimizar el estrés, síntoma que puede ser crucial en la reducción de cualquier complicación a lo largo de los meses de gestación.
Otra razón que afecta al núcleo familiar son las posibles complicaciones que la gestante pueda encontrar al practicar la gestación subrogada. . Este miedo en muchos casos aterroriza a algunos miembros de la familia y ese es uno de los motivos que provoca la revisión constante de la gestante.
La única forma en que la gestación subrogada puede afectar al núcleo familiar se puede presentar en la medida en que no se tomen los preparativos necesarios, comenzando por una comunicación y desglose de todos los procesos que se llevan a cabo, desde el inicio del programa con la agencia de confianza hasta nace el bebe.
Para algunos es un tema que puede tardar un tiempo en asimilar, pero la futura embarazada siempre puede contar con conversaciones con el médico o involucrarse en foros en línea, donde miles de sustitutos cuentan y confían en experiencias personales.
Construyendo un camino enriquecedor, que terminará en el nacimiento de un hijo para una familia con ese gran sueño.
